“Tenía yo entonces diez años. Y me preparaba un viejo escolapio, hombre piadoso, sencillo y bueno. Él me enseñó la oración de la comunión espiritual”. Dice así: “Yo quisiera, Señor, recibiros con aquella pureza, humildad y devoción con que os recibió vuestra Santísima Madre; con el espíritu y fervor de los Santos”.
http://www.es.josemariaescriva.info/opus_dei/primeracomunion.pdf
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